Entendí que sería una película muy brutal y, probablemente, la gente no sería capaz de verla. Hablé de esto con el coautor del guión, el escritor Alés Adamóvich, pero él respondió: «Pues que no la vean. Esto es algo que debemos dejar como legado, como evidencia de la guerra y como un alegato en favor de la paz».

Dirigida por el soviético Elem Klimóv, la película «Ven y mira» se rodó para celebrar el cuadragésimo aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, y fue producida por los estudios cinematográficos Mosfilm y Belarusfilm. El film relata a través de un niño, progresivamente endurecido por el sufrimiento, las masacres perpetradas por los nazis en Bielorrusia durante la Segunda Guerra Mundial, donde más de 620 aldeas fueron quemadas junto con todos sus habitantes.

Considerada como una de las películas más crueles sobre la guerra en la historia del cine, combina un realismo minucioso con momentos de lirismo. Klímov coescribió el guion junto a Alés Adamóvich, que luchó con los partisanos bielorrusos cuando era adolescente.

La banda sonora original es rítmicamente música amorfa compuesta por Oleg Yánchenko. Sólo en algunos momentos clave de la película se utiliza música, a veces mezclada con la música de Yánchenko —como el Danubio Azul de Johann Strauss II—. Al final, durante el montaje, se utilizó música de Richard Wagner, especialmente la Tannhäuser Overture y el Paseo de Die Walküre. La conclusión de la película utiliza la Lacrimosa del Réquiem de Mozart. La canción de marcha soviética «La guerra sagrada» también aparece en la película.

Ven y mira es ampliamente considerada como un éxito de crítica y aparece en muchas listas de las consideradas mejores películas de todos los tiempos.