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La tradición de Kolobok llega al poniente de la Ciudad de México

Por Gabriela Oliveros 

Han pasado 18 años desde que el primer restaurante Kolobok abriera sus puertas al público. En la víspera de la nueva década, la familia Leonov inauguró la cuarta sucursal de este negocio cuya gastronomía ya está consolidada en el paladar de los mexicanos.

Kolobok Escandón se encuentra en la calle de José Martí número 160. Los hermanos Vasily y Vladimir, acompañados de su padre Nikolay recibieron al presidente de SORUMEX (Sociedad de Rusos en México), personal de la Embajada Rusa en México, miembros de Rusaktiv, familiares y amigos en un convivio amenizado por las voces de Dueto Imagen.

Vodka, caviar, borsch, y claro, empanadas y pastel de miel, engalanaron estas mesas por primera vez, mientras los comensales hacían una pausa en su cena para bailar Kalinka. Repetidamente se escuchaban los ¡Felicidades! ¡Hurra! hacia los Leonov, quienes han logrado posicionar la gastronomía rusa en la Ciudad de México en uno de los mejores restaurantes de acuerdo con Forbes Rusia.

 

Kolobok se ha diversificado como marca y ahora ofrece servicio para eventos, tienda de artesanías y contenido online sobre cultura rusa. Les auguramos muchos años de éxito y agradecemos que continúen trabajando para traernos un pedacito de Rusia a México.

Kolobok Escandón se encuentra en José Martí 160

Kolobok (Колобок)

Kolobok es el personaje principal de un cuento de hadas ruso homónimo, representado como un ser pequeño, esférico y amarillo elaborado con masa de harina. Mejor dicho, es un panecillo o pan redondo.

Existen versiones parecidas a este cuento en otras regiones eslavas orientales con variantes diferentes. Un cuento de hadas similar pero con un panqueque que rueda se ha registrado en regiones alemanas y nórdicas. La trama es similar al Hombre de jengibre de la tradición inglesa. Kolobok de repente cobra vida y escapa de la casa de sus abuelos.

La trama del cuento de hadas describe a Kolobok con encuentros diferentes con varios animales (un conejo, un lobo, y un oso) quiénes pretenden comerlo, pero Kolobok siempre escapa. Con cada animal, Kolobok canta una canción en la cual explica como escapa: «me escapé de la abuela, me escapé del abuelo, y ciertamente me escaparé de ti».

Por fin, Kolobok se encuentra con una zorra astuta que lo atrapó y comió. La moraleja del cuento consiste en que los niños pequeños no deben escaparse de su casa.

Kolobok: 18 años de delicias rusas en México

Kolobok cumple su mayoría de edad en México, 18 años durante los cuales la familia Leonov ha compartido algunas de sus recetas tradicionales desde el calor de la cocina rusa con los comensales mexicanos.

El destino final era Canadá. Sin embargo, el destino marcó un rumbo distinto para los Leonov, cuando salieron de Tatarstán, en Kazán, para aventurarse en una nueva historia.

México era sólo transitorio, sin embargo, al no haber éxito en el plan hacia Canadá, comenzaron a trabajar y aprender el idioma en el día a día. La señora Olga, quien siempre ha tenido talentos culinarios, comenzó a vender empanadas en el centro de idiomas de la UNAM por sugerencia de una amiga. Después, decidió montar un puesto en la colonia Santa María la Ribera, donde la clientela aumentó al punto que decidieron emprender un negocio más estable.

Kolobok vio la luz en abril del 2001, aunque con un concepto distinto. Vasily Leonov, quien estudió Turismo, comenzó a implementar mejoras, tanto para los clientes, como para sus empleados. Eventualmente, Kolobok creció al punto de posibilitar la apertura de una segunda sucursal en Avenida Universidad, una zona de alto nivel en la Ciudad de México.

El negocio se ha diversificado, con servicio para eventos, tienda de artesanías y contenido online sobre cultura rusa. En 2018, Vasily Leonov llevó a Kolobok al siguiente nivel: una estación en el Mercado Gourmet de Polanco.

18 años de experiencias, de aprendizajes y muchos aciertos han llevado a Kolobok a posicionarse como uno de los mejores restaurantes de la Ciudad de México. La familia Leonov ha trabajado con ahínco y dedicación para llevar un poco de Rusia a los paladares mexicanos.

¡Muchas felicidades!

Tour Rusia en la CDMX: Un viaje por la huella Rusa en México

Uno de los mayores encantos de una megalópolis, como lo es la Ciudad de México, es la diversidad. Gracias a ello, contamos con infinitas propuestas creativas por parte de personas de distintos orígenes, quienes a través de su cultura, nos comparten un poco de cada rincón del mundo en nuestra ciudad.

Rusia, el país más grande del mundo, no es la excepción. Nuestros países han forjado lazos en esferas que nos hermanan de una manera más profunda: a través de sus colores, sus sabores, sus sonidos y nuestros paralelismos históricos.
El Tour Rusia en la Ciudad de México es un acercamiento a este universo conjunto, a partir de la iniciativa de jóvenes rusos, quienes se han enfrentado a un país nuevo, a un idioma y a un escenario totalmente distinto y han emprendido iniciativas exitosas para el disfrute de los sentidos.
El propósito de este Tour es compartir  un pedacito de Rusia, a través de un recorrido por sitios que brindarán a los visitantes experiencias de la Rusia real.
El viaje comienza frente al busto del gran escritor Alexandr Pushkin, en la colonia Roma, donde, posterior a una introducción y un poco de literatura, partiremos a uno de los sitios iconicos del tradicional barrio de Santa María la Rivera.
Un referente de la cocina rusa en la Ciudad de México por excelencia es el Kolobok, fundado por la familia Leonov, donde platicaremos sobre los rituales del té y desayunaremos al estilo campestre en una atmósfera festiva.
Posterior a ello, emprenderemos el camino hacia un sitio histórico: el museo de Trotsky. Durante el traslado, podremos conocer la historia del político y su paso por México, donde se volvió muy cercano a los intelectuales mexicanos de la época del muralismo. Diego Rivera y Frida Kahlo fueron muy cercanos a él. Visitaremos el interior de la casa donde vivió Trotsky hasta el final de sus días, donde aún se conservan algunos efectos personales y espacios de trabajo.
Enseguida, nos refrescaremos con la fusión de sabores rusos y mexicanos en Heladinsky, proyecto de Katerina Nikolaeva, quien nos platicará un poco sobre el helado ruso, la armonía entre ingredientes tan diversos, y aprovecharemos el espacio para realizar una muñeca rusa con nuestras propias manos, gracias a la instrucción de Natalia Kargopolova, una artista especialista en artesanía y decorados tradicionales con un toque muy especial.
Finalmente, aprenderemos sobre las costumbres soviéticas y la vida cotidiana en Rusia gracias a nuestras anfitrionas del restaurante Sovet&Co. Este sitio te remonta décadas atrás, con su paleta de colores, decoración e imágenes en los muros. La comida también nos habla de diferentes épocas, por lo que podremos sentir un poco de aquella nostalgia de la que aún se llega a escuchar.
 
En este ambiente, y después de transitar por puntos tan significativos en la historia de ambas naciones, es momento de hacer preguntas y practicar las palabras rusas que, seguramente, ya habremos aprendido y practicado.
Si quieres vivir esta gran experiencia, aquí puedes comprar tus boletos: https://boletia.com/cp/tourrusiaenlacdmx