Kazán es la capital de la República de Tatarstan, ubicada al este de Moscú, en la orilla del río Volga, en su confluencia con el río Kazanka. Tiene una superficie de 425,3 kilómetros cuadrados, su población es superior a 1.100,000 habitantes, de los cuales la mayoría son Tatares y rusos. Los habitantes de la capital de la República representan más de 100 nacionalidades.

Kazán es una de las más antiguas ciudades de Rusia; su fundación data de 1005. En el mes de agosto de 2005, celebró su 1000º aniversario. Esta fecha tan importante coincidió con la entrega a la ciudad de una de las más importantes reliquias ortodoxas, el icono de la Madona de Kazán, que había sido conservado en el Vaticano durante mucho tiempo.

El epicentro cultural es el Kremlin de Kazán, un complejo único de monumentos arqueológicos, históricos y arquitectónicos (que suman alrededor de 760). El Kremlin forma un grupo de edificios que datan de los siglos XVI al XIX, entre ellos las ruinas de construcciones más antiguas que datan del siglo X al XVI. El Kremlin es también único por el hecho que es la única fortaleza Tatar que subsiste dentro de la Federación Rusa. Fue construido en tiempos de Iván el Terrible sobre las ruinas del antiguo castillo de los Kanes.

El 30 de noviembre de 2000, este conjunto arquitectónico fue incluido en la Lista del patrimonio mundial de la UNESCO.

La ciudad, cuya importancia la posiciona como la «tercera capital de Rusia», siempre estuvo a la vanguardia del desarrollo del país. En 1804 fue construida la Universidad de Kazán y por sus aulas pasaron Lev Tolstói y Vladímir Uliánov (Lenin). A nivel de ciencia, investigación, educación, cultura, arquitectura y deportes, Kazán es uno de los referentes del país.

En los tiempos soviéticos, Kazán fue un importante centro de la industria aeronáutica.