En Rusia dicen que un verdadero siberiano no es quien no tiene miedo del frío, sino quien se abriga bien.

Rusia es el país de mayor extensión territorial del mundo, por ello, podemos encontrar diversos climas, desde el árido y desértico del sudeste asiático, hasta el clima polar de Siberia.

La zona más poblada del país, que abarca la franja de Moscú a San Petersburgo, tiene un amplio rango de temperaturas, con inviernos fríos que alcanzan temperaturas bajo cero, en contraste con sus veranos templados, con temperaturas medias de 15 a 20 grados.

El clima al norte del país es extremadamente frío, en el sur es más bien desértico, muy caluroso en verano, y muy frío en invierno.

Uno de los principales temores de las personas que viajan a Rusia, turistas, estudiantes o gente que considera emigrar, son las “bajas temperaturas”. Sin embargo, la adaptación a estos climas es lógica, por lo que, a diferencia de muchos países occidentales, las casas y edificios en Rusia disponen de la calefacción central permanente, y el frío del exterior no penetra en las casas, negocios o sistemas de transporte.

Lo que sí es importante es la elección de la vestimenta, especialmente en otoño e invierno. En Rusia dicen que «un verdadero siberiano no es quien no tiene miedo del frío, sino quien se abriga bien». En otoño puedes llevar una cazadora o impermeable, en invierno, preferiblemente ropa de calle caliente, botas, gorro y guantes.

Más allá de los aparentes inconvenientes del clima, esta diversidad hace posibles escenarios y paisajes que podemos apreciar por un momento, tanto a la distancia, como presentes bajo el sol, la lluvia o la nieve.