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Mar Blanco (Бе́лое мо́ре)

El Mar Blanco forma parte del océano Glacial Ártico, es específicamente un golfo del mar de Barents, localizado en la costa noroeste de Rusia. Tiene una superficie aproximada de unos 95 000 km2 y una profundidad media que varía entre 50 y 200 metros, con su punto más profundo situado a 340 metros.

Este mar era conocido por los antiguos vikingos como Gandvik, que significa «Bahía de las serpientes”. La República de Carelia, el Óblast de Arcángel y el Óblast de Múrmansk son bañadas por sus aguas.

La mayor parte del año está helado. La temperatura del mar varía de 0,5 °C a -2 °C en invierno y 12 °C a 15 °C en verano, el hielo aparece en octubre y forma témpanos a partir de mediados de noviembre. Algunos animales de las regiones polares llegan aquí buscando refugio: focas de Groenlandia, perros de mar y focas moteadas.

El mar Blanco tiene cuatro grandes bahías en su interior: la bahía de Mezén al este; la bahía de Dvina al sureste, el golfo de Onega al sur y el golfo de Kandalakcha al noroeste. En su interior hay bastantes islas, las mayores y más importantes son la isla Morzhovéts y las islas Solovetsky, cuyo conjunto ha sido declarado patrimonio de la Unesco.

El puerto de Arcángel, en el fondo de la bahía de Dvina, es el puerto más importante del mar Blanco y además, durante gran parte de la historia de Rusia, fue su principal centro de comercio marítimo internacional. En la actualidad es una base naval y de submarinos.

Fuente: https://www.ecured.cu/Mar_Blanco

Sadkó (Садко)

Sadkó es el título de una saga épica medieval de Rusia. El protagonista homónimo, era un músico originario de la ciudad de Veliki Nóvgorod, quien se ganaba la vida tocando el gusli, el instrumento de cuerdas múltiples más antiguo de Rusia.

«Un día en que la tristeza lo invadió debido a la falta de trabajo, se sentó en la orilla del lago Ilmen y comenzó a tocar. El zar del mar escuchó su música y se ofreció a ayudarle a conseguir dinero a cambio de que prometiera acudir a tocar el gusli a la orilla del lago. Entonces dijo a Sadkó que apostara con los mercaderes locales, respecto a que era capaz de pescar peces de oro en el lago Ilmen.

Así lo hizo. Los mercaderes rieron pero aceptaron la apuesta, y ante sus sorprendidos ojos, Sadkó ganó gracias a que el zar del mar le entregó los peces. Los mercaderes tuvieron que pagar la apuesta y nuestro protagonista se convirtió en un rico mercader».

Sin embargo, la riqueza lo hizo un hombre orgulloso, que pronto intentó controlar todo el comercio de Nóvgorod. Al no conseguirlo, rompió la promesa que le había hecho al zar del mar y no acudió a tocar el gusli a su corte. Por ello, el zar provocó una tormenta que detuvo los barcos de Sadkó mientras se encontraba en altamar. La tripulación obligó a Sadkó a arrojarse al mar, y tuvo que volver a tocar el gusli para el zar.

«Cuando el zar del mar bailó, las tormentas comenzaron, y muchos barcos de Nóvgorod se hundieron. Los marineros rezaron a San Nicolás para que los salvase.

San Nicolás acudió a Sadkó para explicarle que debía romper su gusli para apaciguar al mar. El zar le ofreció una esposa para retenerlo, pero la única manera de librarse, sería elegir a la de aspecto más horrible. Así lo hizo Sadkó, y al recuperar su libebrtad, volvió a casa con su familia en Nóvgorod, donde se volvió un hombre virtuoso y querido».

Durante el siglo XIX, esta historia figuró como motivo para obras como el poema «Sadkó» de Aleksei Tólstoi, o la ópera «Sadkó», compuesta por Nikolái Rimski-Kórsakov. En 1953, Aleksandr Ptushkó dirigió la película homónima, basada en la ópera.