El chucrut es un platillo típico en Rusia y en otras regiones como Alemania, Suiza o Polonia, que consiste en hojas de repollo fermentadas en salmuera (agua con sal). Gracias a este proceso, el chucrut es considerado un alimento probiótico, con grandes beneficios para la salud.

Los obreros de la Gran Muralla China fueron los primeros en fermentar coles, lo que derivó en el kimchi, el plato nacional coreano. La técnica de la fermentación llegó hasta Europa a través de la Ruta de la Seda. Debido a las condiciones climáticas en Europa Central, la preparación del chucrut se extendió hasta nuestros días. El chucrut llegó a Rusia en la Edad Media  gracias a los colonos alemanes, que lo llevaron consigo en su expansión por el Báltico.

Para su elaboración, debemos cortar finamente las hojas de col, y depositarlas en un recipiente sellado para evitar que se contamine. La sal en el agua deshidratará las hojas y este preparado estará listo en algunas semanas.

La fermentación es natural gracias a los lactobacilos que crecen en las hojas de la col, pero la temperatura debe ser inferior a los 18 grados para que no varíe el sabor. El grado de acidez también dependerá del tiempo de cocción.

Se utiliza como acompañamiento de platillos como embutidos o carnes a temperatura media, o con otro tipo de ensaladas.

Dentro de sus propiedades benéficas, contribuye al mejoramiento de la flora intestinal y la digestión, a reforzar el sistema inmunológico, contiene gran cantidad de vitaminas y minerales como calcio, magnesio, fósforo y hierro. Por ello, este alimento como conserva es esencial para las regiones con largos y crudos inviernos.