Etiqueta: bebida

Medovuja (медовуха)

La medovuja es una bebida tradicional alcohólica fermentada basada en miel muy similar al hidromiel.

Uno de los primeros oficios de los eslavos fue la recogida de miel silvestre, por lo cual las bebidas basadas en miel se remontan a las tradiciones indoeuropeas comunes.

En Rusia esta bebida se conoce desde los tiempos de los primeros príncipes de la Rus. Durante la Edad Media esta bebida era bastante popular y sus principales productores eran los monasterios.

La miel continuó siendo la bebida rusa favorita hasta el final del siglo XVII, cuando en la época de Pedro I pasó a un segundo puesto desplazada por vinos y vodkas extranjeros. Aunque el hidromiel se conocía en el este de Europa desde los tiempos paganos, la palabra “medovuja” apareció en el siglo XIX cuando resucitó el interés por recetas y tradiciones antiguas rusas.

La Medovuja actual se elabora a partir de miel, fermento de frutas, bayas o levadura en polvo acompañado de un litro de agua fría hervida previamente metido todo dentro de un recipiente de vidrio. La alta concentración en miel y la fermentación de las frutas y bayas que posee hace que la Medovuja tenga grandes beneficios para la salud.

https://www.youtube.com/watch?v=Qgi-GLXHsEA

Vino de pan ruso

Polugar, también conocido como vino de pan, o vodka histórico, ya aparece en las tiendas de licores y en los menús de cócteles desde que llegó a Nueva York. Probablemente nunca hayas oído hablar de él. Casi nadie en realidad.

En ruso, el vodka ha sido históricamente un sinónimo para el alcohol duro. Así que la mayoría de los rusos que leyeron sobre sus antepasados ​​bebiendo «vodka» asumieron que estaban hablando sobre el vodka que conocemos hoy. Pero nada cercano a eso.
No es frecuente que haya un nuevo alcohol en el radar. Especialmente uno que es tan viejo.

Pero, según Rodionov and Sons, una destilería familiar cerca de la frontera ruso-polaca, Polugar fue la bebida elegida por los rusos durante milenios. Un espíritu engañosamente simple, rico y tostado que se extrae de los granos, es la bebida del alma rusa, incluso si la mayoría de los rusos hoy en día no lo saben. En comparación con el polugar, dicen, beber vodka en Rusia es solo una fase.

En 1884, el zar Alejandro III se compró 300 nuevas torres de rectificación de Alemania y las instaló en su tierra. Luego declaró que todos los espíritus no vodka eran ilegales. Dado que solo el zar tenía la tecnología para hacer el vodka verdadero, su decreto aseguró un monopolio total del mercado de bebidas alcohólicas rusas. Por ello, todos los rusos comenzaron a beber el vodka del zar. Los alambiques comunes que producían vino de pan durante generaciones se enfriaron.

Para comprender la enormidad de la pérdida de la herencia rusa causada por el monopolio del vodka, primero se debe comprender la gloria que era la cultura de la bebida rusa antes de la década de 1890.

«Rusia tenía los menús de alcohol más largos del mundo», explica Alexey Rodionov, uno de los hijos de Rodionov and Sons, mientras hojea un libro de menús históricos sobre licores rusos. «Ninguno de los otros países hizo tantos espíritus destilados».

Los Rodionov encontraron más de 300 tipos diferentes de vino de pan, incluido el vino de pan de los guardias nocturnos, y un vino de pan para los amantes.

«Hace 120 años, los rusos nunca tenían el caso de tener una botella sobre la mesa para terminar con su comida», dice Alexey, «En Rusia, las comidas tienen al menos siete u ocho platos, y cada curso se emparejó con un pan de vino diferente «.

Ahora, después de haber sido olvidado por cinco generaciones, el vino de pan está de vuelta, lanzado por Rodionov and Sons bajo el nombre comercial Polugar, que significa «medio quemado» en ruso, un guiño a la forma tradicional de probar la pureza de un espíritu.

Siguiendo la tradición soviética, el redescubrimiento de Polugar se produjo gracias a la paranoia. En 2001, el científico retirado Boris Rodionov estaba viendo el equivalente ruso de noticias por cable cuando vio una historia sobre cómo algunos vodkas vendidos en Rusia estaban peligrosamente contaminados.

Decidió que las cosas compradas en la tienda no valían la pena y que era mejor hacer las suyas. Para su sorpresa, descubrió que el equipo para destilar vodka podía correr millones de dólares y, cuando descubrió que la tecnología no existía hasta casi 1900, lo que había sido una curiosidad se convirtió en una causa.

Al principio, la gente literalmente no creía en Polugar o en la historia que los Rodionov estaban vendiendo. «Se rieron de nosotros», recuerda Alexey, y en el primer año solo tenían 2,000 botellas. Pero los rusos han calentado a Polugar como los viejos amigos que son, y hoy Rodionov e Hijos están vendiendo 100.000 botellas al año.

Ahora, el espíritu más antiguo de Rusia es el más nuevo de América.

Fuente: https://www.vice.com/en_us/article/pgxq47/russian-bread-wine-is-the-original-vodka

https://www.youtube.com/watch?v=F_pEwVNp3mM

Té (чай)

El té como bebida se menciona en los manuscritos pertenecientes a los años 2700 a.C., pero su uso como planta cultivada por los chinos se refiere al siglo IV.

Apareció en Rusia en 1638 cuando el can de Mongolia envió al zar Mijail Románov como regalo 4 pudes (medida antigua rusa de peso = 16,3 kg) de hoja de té. Medio siglo más tarde, en 1679, fue firmado con China un acuerdo de suministros regulares a Rusia que en el siglo XVIII llegaron a ser enormes, y el té iba suplantando infusiones tradicionales frutales y herbáceas.

De estos tiempos data de la aparición de los primeros samovares rusos. En 1906, Rusia importó 100 mil toneladas de té (la población del imperio contaba con 126 millones de personas según el censo de 1897). Para tomarlo se servía panadería de todo tipo: bizcochos con pasas, roscas y rosquillas, bollos, ensaimadas, pastelones, y empanadas con centenas rellenos: de legumbres, de setas, de carne y frutas.

En el norte de China, zona con la que tradicionalmente Rusia mantuvo relaciones comerciales, el té se llama “chai”, mientras que en las ciudades del sureste del país, donde solían anclar los barcos europeos, lleva el nombre de “tie” o “tii”. De aquí proviene la palabra “chai” en ruso y otras formas similares en turco, portugués y la mayoría de las lenguas eslavas y “té” o similares en la mayoría de países occidentales europeos. (Russia Today)

Los rusos suelen decir que la familia cuyos miembros no toman té juntos, tiene problemas. Ese proceso les une, pues supone charlar de lo más íntimo. Otra idea asociada es la que muestra el refrán ruso “si quieres deshacerte de los huéspedes no esperados, dales té de ayer”.

Aunque desde la introducción de la infusión en Rusia se conocía la existencia del té verde, el negro tradicionalmente gozó de mayor popularidad en Rusia. Últimamente esta infusión está cediendo cada vez más ante el café matutino y la cerveza o los cócteles vespertinos. Sin embargo, las tiendas de té nunca están vacías y en todos los hogares se puede encontrar en la cocina.

Champaña soviética (Советское шампанское)

Aunque en el extranjero piensan que en Rusia beben sólo vodka, no es así. Hoy vamos a relatarles del Champán Soviético.

Proviene de los vinos de champán producidos por el príncipe Golitsyn en su hacienda de Crimea «Novyi Svet», los cuales obtuvieron el Gran Premio en la exposición mundial de 1900 en Paris.

El creador de Champán Soviético, Antón Frolov-Bagréev, invitado a trabajar de químico en 1904 en la hacienda de los zares Abráu-Diursó, colaboró con Golitsyn. Después de la revolución bolchevique, para hacer más barata la producción de champán (según la tecnología original, el producto se fermentaba en botellas), el científico elaboró una tecnología de fermentación en cisternas: se mantenía el procedimiento clásico (champenoise) de preparación del champán, siendo mucho más bajo su costo y calidad.

Ya a finales de los años 1940 la nueva bebida se convirtió en atributo imprescindible de la mesa festiva de cada familia soviética.

Russian President Vladimir Putin makes a toast during a ceremony for receiving diplomatic credentials from foreign ambassadors in the Kremlin in Moscow, Russia, Wednesday, Nov. 9, 2016. Putin says that Moscow is ready to try to restore good relations with the United States in the wake of the election of Donald Trump.(Sergei Karpukhin/Pool photo via AP)

Vodka (водка)

El vodka, al parecer la bebida alcohólica más pura y simple de producir, es el resultado de un proceso de destilación relativamente complejo que no fue inventado hasta el siglo XV. Sin embargo, la relativa juventud del vodka —tiene unos 8000 años menos que el vino— no le impidió ganar rápidamente gran popularidad en Europa del Este y Rusia.

El difícil cultivo de la vid en climas fríos impulsó el estudio del potencial de la fermentación alcohólica de los cereales. Estas exploraciones condujeron al descubrimiento de lo que se llamaría “el vino de pan”, que se destiló por primera vez en un monasterio del Gran Ducado de Moscú y luego surgió, aparentemente, en la capital alrededor de 1440.

Además del vodka más tradicional hecho a base de cereales o de patata o de ambos, existen otros tipos de aguardiente como la kliúkovka (a base de arándanos), pertsovka (a base de pimienta), starka (de hojas de manzano o de peral) o limónnaya (de limón) entre otros. La palabra rusa “vodka” tiene la misma raíz que “vodá” (agua).

El término se consolidó entre los siglos XIV y XV y fue cambiando de sentido con el tiempo. El primer significado autónomo que tuvo fue “vino” pero en los siglos XIX-XX empezó a utilizarse para designar bebidas alcohólicas de fuerte graduación producidas por la fermentación de grano o patata.

El proceso moderno de elaboración del vodka, el sabor del cual nosotros sabemos actualmente se formó en 1936 con aprobación de su estándar del estado. El origen del vodka causó una controversia internacional a finales de la década de 1970 cuando Polonia trató de reclamar que se conocía al vodka dentro de las fronteras del Reino de Polonia mucho antes de que éste se conociera en el Imperio ruso.

El historiador Viliam Pojliobkin tardó años en investigar y confirmar que el vodka se tomaba en Moscovia en el siglo XV, mientras que Polonia no pudo probar que el vodka local se produjera antes de mediados del siglo XVI. Rusia, indiscutiblemente, ganó la disputa internacional sobre la invención del vodka y mantiene sus derechos como su bebida nacional.

Kvas (квас)

Durante siglos, el kvas ha sido la bebida preferida de los rusos en la época de los sofocantes calores estivales.

Literalmente, la palabra “kvas” quiere decir “levadura de pan”. Se trata de una bebida alcohólica fermentada muy suave (el más fuerte ronda los 2,2% de concentración alcohólica), aunque también existen variedades sin alcohol.

Su sabor resulta intermedio entre un refresco y la cerveza. Se elabora con harina de centeno y malta o también con harina de salvado y un poco de pan de centeno. La mezcla se deja fermentar en agua. A veces, durante el proceso se le añaden frutas. Gracias a las levaduras que se utilizan en su fabricación, el kvas es una buena fuente de vitamina B.

La peculiaridad de esta bebida en la gastronomía rusa es que se emplea también como base líquida para cocinar una sopa de verano tradicional llamada “okroshka”, que se sirve fría. Hoy en día, la fabricación de kvas en Rusia se ha desarrollado en una industria con un volumen de ventas de miles de millones de rublos. La fermentación se realiza en tanques de 250 000 litros. Después de pasar allí dos días, el kvas es enviado a la planta de embotellamiento.

La versión sin alcohol se produce en las cervecerías más famosas del país. Una de ellas, por ejemplo, tiene capacidad para fabricar dos millones de litros de esta bebida por día.

El kisel (кисель)

El kisel es una antigua bebida rusa, rica y saludable. Se puede preparar de frutas, hortalizas, miel o grano (avena, centeno, trigo etc.).

Por lo visto, el kisel era una bebida muy valorada por los rusos, como se aprecia por su presencia en el folclore nacional, en particular en los cuentos. Así, en algunas antiguas narraciones rusas, los protagonistas llegan a países encantados donde fluyen ríos de leche con orillas de kisel.

De hecho, esa combinación de productos se consideraba un verdadero manjar. Se conoce un caso en el que el kisel salvó a toda una ciudad. En las crónicas antiguas hay un cuento que narra esta historia.

En el año 997 la ciudad de Bélgorod fue asediada por los pechenegos. Al pasar un tiempo los habitantes de la ciudad se quedaron casi sin reservas de comida y cuando ya estaban dispuestos a entregar la ciudad al enemigo, los salvó el ingenio de un anciano. Este les recomendó preparar kisel usando lo que quedaba de harina y miel, meterlo en barricas y colocarlas en los pozos de la ciudad. Después de hacerlo, los ciudadanos invitaron a los caudillos de los pechenegos a negociar y les ofrecieron beber el agua de los pozos de Bélgorod.

Al ver que en vez del agua de los pozos sacaban kisel, los pechenegos pensaron que la propia Tierra ayudaba a los habitantes de la ciudad y las reservas de comida nunca se agotarían. Los invasores decidieron no perder el tiempo y se retiraron.