En la mitología eslava, un vodyanoi es un espíritu masculino de agua dulce. En la tradición rusa se le describe como un anciano desnudo con cara de rana, con una barba verdosa y con el cuerpo cubierto de escamas y algas, con manos y pies palmeados como los de un anfibio y con ojos brillantes como carbones encendidos; en otras tradiciones, sobre todo la de los eslavos occidentales como checos, eslovenos y eslovacos, el vodianói tiene una apariencia mucho más humana (y un carácter un poco más apacible).
En cualquier caso, todo vodyanoi vive en algún río o lago, pues supuestamente, el agua de mar les hace daño. Suelen permanecer bajo el agua, pero a veces salen a la superficie, normalmente para interactuar con aquellos que hayan entrado en su territorio sin permiso.
Si bien no todos los vodyanoi son malvados, se les atribuyen aquellos desastres relacionados al agua, como cuando alguna persona se ahoga o se destruye una presa. Por ello, para apaciguarlos, la gente solía dejarles ofrendas a las orillas de los ríos y los lagos.
En algunos idiomas eslavos, vodyanoi es también la palabra que se utiliza para referirse al signo zodiacal de Acuario, ya que la palabra «vodyanoi» significa literalmente “acuoso”.
Entre los aztecas, una entidad similar era Xólotl, dios que se ocultó en las aguas y se transformó en un ajolote (que significa “monstruo del agua” al combinar atl + xólotl).
(Autor: Rainer Matos)
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