La Iglesia Ortodoxa Rusa es liderada por el Patriarcado de Moscú. Su número de seguidores es superior a los 150 millones en todo el mundo, lo cual la convierte en la segunda Iglesia con mayor número de fieles, sólo después de la Iglesia Católica.

Es preciso diferenciar la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Iglesia ortodoxa en América (OCA), parte autónoma que reside en Norteamérica desde la época de los misioneros ortodoxos rusos en Alaska en el siglo XVIII, y el asentamiento ruso en Fort Ross, en la costa del Pacífico en California en el siglo XIX. La Catedral de la Santísima Trinidad en San Francisco es la Iglesia ortodoxa rusa OCA más antigua, establecida en 1857.

Otra facción de la Iglesia Ortodoxa es la que reside en el Extranjero, con sede en Nueva York, fundada en 1920 por las comunidades rusas exiliadas de la Rusia comunista, que se negó a reconocer la autoridad del Patriarcado de Moscú en dicha época. Sin embargo, el 17 de mayo de 2007, esta Iglesia finalmente se concilió con la Iglesia Ortodoxa Rusa con la firma del «Acta de comunión canónica«.

Orígenes

El cristianismo se introdujo en la Rus de Kiev desde el siglo I por el apóstol Andrés, quien se dice visitó Escitia y las colonias griegas de la costa norte del Mar Negro.

Según una de las leyendas, San Andrés llegó a la futura ubicación de Kiev y predijo la fundación de una gran ciudad cristiana.​ El lugar donde habría erigido una cruz está marcada por la catedral de San Andrés.

El cristianismo se adoptó como religión oficial en 988. La expansión del cristianismo “bizantino” en el territorio de Rusia se debe a los vínculos, tanto económicos como políticos, de los eslavos orientales con la vecina Constantinopla y a la riqueza y prestigio del Imperio bizantino.

En varios casos los habitantes de estas ciudades no querían abandonar sus viejas creencias, y de hecho algunos ritos paganos cultos paganos, aunque perseguidos, continuaron en práctica durante siglos. Algunas fiestas populares que perviven hoy en día se remontan a tradiciones paganas, como la Máslenitsa.

Pedro «El Grande»

El zar Pedro, bajo la idea de poner toda la vida de Rusia bajo el control del Estado, prohibió la elección de un nuevo patriarca y al cabo de 20 años fundó el Colegio Eclesiástico, pronto rebautizado “Santo Sínodo”. Este órgano, tipo  «Ministerio de la Religión Ortodoxa», dependiente del Estado, se hizo cargo de la gestión de la Iglesia desde 1721 hasta la Revolución de Octubre.

La URSS

En 1918, la separación Iglesia-Estado se hizo oficial. Los bolcheviques emprendieron la confiscación de los bienes y tesoros de la Iglesia, y se puso fin a las subvenciones por parte del Estado. Se destruyeron templos y catedrales, y se generalizaron las matanzas de sacerdotes.

Sin embargo, durante la Gran Guerra Patria, Stalin tuvo que recurrir a la moral religiosa para poder movilizar todas las reservas nacionales. Posterior a ello, en 1943, Stalin autorizó que Iglesia rusa eligiera de nuevo a su patriarca.

El Renacimiento

El resurgimiento de la posición y el poder de la Iglesia Ortodoxa en Rusia se hizo evidente a partir de la entrada de Gorbachov y sus nuevas políticas, la Perestroika y Glástnost, anunciadas en 1987.

Actualmente, la Iglesia Ortodoxa Rusa es la mayor de las Iglesias Ortodoxas orientales del mundo.