Los duelos eran enfrentamientos entre dos adversarios, regulados por un código particular. Era una declaración por parte de uno de los combatientes (en voz alta) para responder a un insulto hecho a su honor. Se procuraban las condiciones más justas y equitativas para el combate.

El primer duelo conocido en Rusia se libró en 1666 entre dos oficiales: el escocés Patrick Gordon y el mayor inglés Montgomery, ambos en el servicio ruso. Aunque la costumbre de los duelos “clásicos” se desconocía en el ámbito ruso, este precedente hizo que la princesa Sofía, que gobernaba el país de facto, los prohibiera.

De igual manera, el emperador Pedro I prohibió y determinó la condena a muerte para quien apadrinara y tuviera pretensiones de librar un duelo.

Sin embargo, en la época de Catalina II, la juventud noble, que ya no estaba obligada a servir en la administración pública o el Ejército, comenzó a hablarse de asuntos del honor. Posteriormente, el fenómeno fue resumido por el general Lavr Kornílov en estas palabras: “El alma, a Dios; el corazón, a la mujer; el deber, a la patria; el honor, a nadie”.

Durante más de dos siglos los duelos fueron parte de la vida y de la literatura rusa. Los duelos rusos destacaban por su tremenda crueldad, a diferencia de lo que ocurría en otros países, con frecuencia perecían ambos contrincantes.

A pesar de los correspondientes artículos del Código Penal y del Reglamento Militar, la sociedad rusa (y con frecuencia las autoridades) “toleraban” los duelos. El emperador Pablo I se pronunció a favor de que los gobernantes europeos solucionaran sus disputas por medio de duelos.

Grandes poetas rusos como Alexandr Pushkin, Mijaíl Lérmontov, Alexandr Griboyédov, Nikolái Gumiliov, Maximilián Voloshin, el político ruso (presidente de la III Duma de Estado y ministro de Defensa del Gobierno provisional de Kérenski) Alexandr Guchkov y muchas otras personas de renombre o menos conocidas construyeron la sangrienta historia de los duelos en Rusia. El gran escritor ruso Alexander Pushkin murió consecuencia de las heridas causadas en un duelo.

La revolución rusa de 1917 cerró esta época. Tras el golpe del Estado bolchevique, los mejores intelectuales y oficiales rusos, con su espíritu de dignidad y honor personal, cayeron en la guerra civil o tuvieron que emigrar. Por su parte el Estado bolchevique declaró que tales conceptos como el deber y el honor eran vestigios del “pasado zarista”. Muy pronto la función de los duelos fue sustituida por las denuncias a los comités del partido o a la Policía secreta, mientras que el pragmatismo estatal se impuso sobre el sentido del honor.

La nobleza fue reemplazada por el fanatismo en unos y la prudencia en otros.