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Bába-Yagá (Баба-Яга)

En Rusia, como en otras culturas, hay leyendas sobre brujas en el bosque. Baba Yaga es un personaje de la mitología eslava antigua que vive en una cabaña en el bosque, la cual se sostiene sobre dos patas de pollo y está rodeada por una valla de huesos humanos, con cráneos que se iluminan por la noche. La anciana tiene, a su vez, piernas descarnadas.

Como todas las brujas, ostenta un mortero y una escoba para volar, y puede transformarse a voluntad en muchas cosas. Al mismo tiempo, posee la habilidad de distinguir el alma rusa en sus invitados. En la historia más común, Baba Yaga es visitada por Vasilisa, la Bella, quien necesita traer fuego a la choza de su madrastra y, después de trabajar para ella, la bruja le da uno de los cráneos que contienen fuego. Gracias al trabajo arduo que realizó para Baba Yaga, Vasilisa se convierte en una confeccionadora de ropa muy diestra y su fama llega a oídos del zar, quien se casa con ella.

El compositor Modest Músorgski retrató la cabaña de Baba Yaga en el penúltimo movimiento de su suite para piano «Cuadros de exposición» (1874) a partir de la pintura de Viktor Hartmann. La composición cuenta con una versión orquestal, presentada en abril de 2016 en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, a cargo del director serbio Srba Dinic.

(Autor: Rainer Matos)

El abedul como símbolo de Rusia (Берёза как символ России)

El abedul es el árbol tradicional de Rusia, país en el cual los bosques ocupan poco más de la mitad del territorio, y 22 por ciento de la superficie forestal del mundo.

Este árbol, que es el símbolo de Rusia, cuenta con más de 140 especies existentes; de ellas, 64 se dan en este país, entre las cuales son 4 las más prolificas: el abedul común (betula alba), el abedul blanco o afelpado (betula pubescens), el abedul con forma de matorral (betula fruticosa) y el abedul enano (betula nana).

Este árbol es fácilmente identificable por su apariencia, lo que más destaca es el blanco de su tronco, usualmente recto y esbelto, con rayas horizontales oscuras que lo cruzan reiteradamente

El abedul comienza a florecer a entre fines de abril y comienzos de mayo, y sus hojas se tornan de colores cálidos en septiembre, lo que da paso al llamado Otoño Dorado. Este árbol tiene la capacidad de crecer en suelos que otras especies no pueden poblar, lo que lo hace una especie de pionero del bosque. Su tamaño promedio es de entre 10 y 30 metros, con un diámetro de entre 120 a 150 centímetros.

Su edad no supera los 120 años, sin embargo, hay ejemplares excepcionales que han alcanzado los 400 años.

Este árbol tiene múltiples usos en la vida cotidiana del pueblo ruso, como su aplicación medicinal gracias a las hojas, la corteza y la savia en caso de infecciones, dolores, e incluso el alcoholismo y la caspa; y ser además la materia prima para la elaboración de las matrioshkas, las famosas muñecas rusas, entre otras artesanías, muebles y esquíes.
Las ramas de abedul son también utilizadas para el ritual de la banya o sauna ruso, y algunas personas afirman cargarse de energía positiva al abrazar durante algunos minutos el tronco erguido del árbol.

Debido a la presencia del abedul en tantos aspectos de la vida del pueblo ruso, este árbol ha sido protagonista de un sinnúmero de  canciones, cuentos, poesías, imágenes pictóricas, y en una palabra, se a erigido como símbolo de todo el país.

Formaciones rocosas de Man-Pupu-Nior (Мань-Пупу-нёр)

Las formaciones rocosas de Man-Pupu-Nior están ubicadas en el territorio protegido de la reserva natural Pechora-Ilich, en la montaña Man-Pupu-Nior, que significa «una pequeña montaña de ídolos» en el idioma mansi.

Hace unos 200 millones de años, en la ubicación de los pilares de piedra había altas montañas. La lluvia, la nieve, el viento, las heladas y el calor erosionaron gradualmente las montañas. El número total de formaciones es de siete y su altura varía entre 30 y 42 metros.

Anteriormente, las formaciones eran consideradas sagradas por el pueblo local mansi. Hay una leyenda, que data de la época en que este sitio era solo accesible para los chamanes de esta tribu. De acuerdo con la historia, uno de ellos habría hechizado a seis gigantes malvados que intentaron cruzar la montaña, convirtiéndolos en piedra. Sin embargo, un contragolpe del destino hizo que el chamán mismo se transformara también en piedra; se dice que esta circunstancia explica la disposición de la formación, donde se agrupan seis bloques rocosos, mientras que otro se encuentra a cierta distancia.

Las formaciones rocosas Man-Pupu-Nior  son una atracción popular en Rusia, aunque para el turismo internacional no son tan conocidas. La región es una reserva natural protegida, y en 1930 se estableció como santuario de la marta cibelina.